Proceso de revitalización de la superficie, en el que retiramos una
pequeña capa del barniz dañado por una ligera abrasión.
El proceso de pulido puede ser localizado o total. Ambos comienzan con un análisis en la superficie del barniz que
identifica impurezas en la pintura o problemas de contaminación (como en el ejemplo que se muestra aquí al lado).
Posteriormente, se define la forma más adecuada y menos agresiva de iniciar el proceso, llevándose a cabo.
Descontaminación de la superficie;
Corte o abrasión leve;
Pre-pulido o refinado;
Brillo;
Eliminación de hologramas;
Toque final.